06 enero 2008

Lo peor de lo nuestro

gatillo_20f_cil Pocos días antes de terminar 2007 la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) presentó en Plaza de Mayo su actualización anual del archivo de casos. Y otra vez los datos son tremendos. El Estado mató a más de 16 personas por mes, un promedio de un muerto día por medio, uno cada 40 horas por gatillo fácil, tortura, y asesinados en cárceles o comisarías

Sigue siendo muy preocupante la indiferencia de las autoridades frente a estos hechos. Y decir indiferencia es negarse todavía a creer, con Correpi, en un plan sistemático.

La gente de Correpi hizo el balance de la gestión presidencial en materia represiva. "El gobierno de Néstor Kirchner ha sido el encargado de relegitimar la dominación burguesa, y las facultades represoras del estado y para hacerlo se han valido, entre otras cosas, de la farsa de los Derechos Humanos. Su consigna ha sido: toda la represión necesaria, con todo el consenso posible. Si hay miseria que no se note, y si hay represión, menos todavía", dijeron.

Yo sigo pensando que pasaría si el país lo gobernaran otros. Digo, los Rodríguez Saa, los De Narváez, los Macri. Intuyo que las palabras Derechos Humanos estarían borradas del mapa. Aun así, a este gobierno, hoy al de Cristina Fernández, le falta mucho en este aspecto.

Según el informe, de los 2334 casos totales que se registran, 847 corresponden a personas asesinadas por el aparato estatal entre el 25 de mayo de 2003 y el 30 de noviembre de 2007.

Casi el 50% de las víctimas tenían entre 15 y 25 años. La provincia de Buenos Aires, con su diferencia en cantidad de habitantes, registra más del 40 % del total de casos. Pero en el índice de casos por millón de habitantes, no hay diferencias entre las provincias de Tierra del Fuego, Santa Fe, Santiago del Estero, Catamarca, Mendoza, Córdoba, Corrientes y la Ciudad de Buenos Aires, que encabezan el listado.

Carcel_de_La_Plata-2 Apenas unos días antes de la presentación del informe de Correpi, en la provincia de Buenos Aires el Comité contra la Tortura de la Comisión por la Memoria presentó los resultados de otra investigación: la que informa que en las cárceles de la provincia se llevan a cabo 6000 actos anuales de torturas, además de golpizas y falta de atención médica, entre otras flagrantes violaciones a los derechos humanos. Estos hechos, aseguran, resultan en no menos de ocho muertes o personas con graves heridas por mes.

Es el tercer informe de la CCT, titulado “El Sistema de la Crueldad III ” y que se refiere más al “sistema” de torturas que a la señalización personalizada de quienes cometen estos actos.

Aunque la Comisión reconoce en el informe que en el último año, y a raíz de algunas resoluciones de la Corte Suprema de la Nación disminuyó la población carcelaria de 30 mil a 25 mil y las de las comisarías, de 6035 a  298, aun subsiste el alto porcentaje de presos sin condena firme, un 73%. Un hecho anticonstitucional ya que se debe considerar inocente a una persona a la que no se le probó culpabilidad.

En la provincia, las nuevas autoridades en materia de justicia y seguridad asumieron con actitud de cambio. Pero algunos signos son alarmantes. Hay quienes consideran que la gestión del ex ministro Arslanian en Seguridad “metía miedo” a los policías, y que la nueva conducción debe darles más tranquilidad y libertad en su trabajo, en palabras de alguno “más poder de fuego”. Da pánico sólo pensar en ello.

En relación al problema carcelario, en la Legislatura ya se analiza un “plan de emergencia”. El ministro de Justicia, Ricardo Casal, ha dicho que entre los ejes de este plan estarán la rehabilitación de celdas inhabilitadas, la construcción de diez alcaidías para el alojamiento de los detenidos en primera instancia por las autoridades judiciales, y la construcción de uno o dos complejos carcelarios nuevos en 2008.

Como si el problema carcelario sólo estuviera constituido por una deficiencia edilicia, de infraestructura. La corta visión de siempre (o quizás la mala leche de siempre, pero para qué adelantarse): más cárceles, más policías en las calles, más “seguridad”. Una parte de la población estará más tranquila, quizás tenga más asegurados sus derechos humanos. La otra parte, la cada vez mayor que está del otro lado de las rejas, ¿seguirá esperando un poco de dignidad?

Tanto en la provincia como a nivel nacional, los reclamos de los organismos que denuncian estas violaciones parecen no ser escuchados por el gobierno. Ni siquiera por los medios, que en estos días se indignan por el asesinato de un mapuche del otro lado de la cordillera, en Chile.

Mientras tanto, otros esperamos la urgente implementación de una segunda etapa en materia de derechos humanos. Una que de  la visibilización, del reconocimiento simbólico, pase a la acción inmediata allí donde es necesario: que en 2008 no haya más muertes por gatillo fácil, ni torturas en las cárceles, ni falta de asistencia. Sólo hay que querer mirar, y actuar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un sector de la sociedad llamado "los negros". Este es un sector acotado y claramente identificado que se dedica a robar, a matar y a reproducir mas negros. Eliminados los negros todos, absolutamente todos los crímenes en Argentina cesarán.

No es que exista un sistema de redistribución de las riquezas injusto que margina y hambrea a la población. Tampoco es delito que Telefónica o Telecom cobren intereses por facturas pagadas en tiempo y forma. No es un robo que las empresas privadas sean subvencionadas con el dinero del Estado. No es delito que Repsol se lleve las ganancias a otro país. Tampoco que el que nació pobre vaya a tener nietos pobres. Nada de eso es cierto. El verdadero problema son los negros.

Anónimo dijo...

Es terrible lo que cuentas...

Amnistía Internacional hizo un llamamiento, con motivo de las elecciones, para impulsar un Plan Nacional de Derechos Humanos. ¿Que ha ocurrido con eso? Tuvo algún eco, alguna respuesta de los candidatos?

Nat dijo...

Malambo:

Lo triste será comprobar que la idea de eliminar a un sector social realmente está plasmada en un plan sistemático.
No somos ni seremos los últimos en sospecharlo. Por algo ya hay quienes hablaron de una "política de exterminio".

Y más triste aun es que esa misma idea se refleje a diario en el lenguaje de la gente de la calle: del trabajador, del comerciante, del estudiante, del desocupado...
como si aquello de hablar de los negros nos excluyera por el solo hecho de nombrarlos como a los otros. Como si no nos fuera a tocar a cualquiera de nosotros mañana, aunque sólo sea por caminar por la calle de noche.

Las culpas afuera, el problema son los otros, más y más cárceles...como si pudiéramos cerrar los ojos y pretender que todo está bien porque una legión de patrulleros recorre las calles deteniendo, disparando, maltratando, o que todo será mejor si hay más cárceles...como si no nos diéramos cuenta que este círculo vicioso solo multiplica el problema.

En fin, ya deliré.


Senior:

En verdad, no sé si los candidatos atendieron el reclamo de Amnistía.
Lo cierto hoy es que ya no hay candidatos. Hay unos gobiernos electos (nacionales y provinciales), unos gobernantes con nombre y apellido que deberían tomar el toro por las astas.
Dudo que estén pensando en ello, dudo que quieran. Sobre todo sí, como comentábamos con Malambo más arriba, una gran parte de la población sigue pidiendo y apoyando políticas de "mano dura".

Anónimo dijo...

La idea de que la delincuencia es un mal circunscrito a ciertas personas y que alcanza con encarcelarlas o matarlas para terminar con las consecuencias indeseables es peligrosa e ineficaz.

Peligrosa por lo que decís: siembra exclusión y agrava el problema.

Es ineficaz porque el problema de la delincuencia, me parece, es un proceso y no un estado. Verlo como un estado actual de la sociedad (lamentablemente el artículo de la CORREPI, en mi opinión, cae en este error) no permite ver la gran maquinaria, el gran mecanismo oculto de producción de delincuentes.

Intetaba explicarlo en mi comentario anterior: la delincuencia en tanto que mal social existe porque un manojo de individuos y empresas se están quedando con los recursos que son de todos.

Las cifras del post son preocupantes y es innegable que son importantísimas, pero no sirven para enfocar correctamente el problema. Los números hoy son estos, mañana pueden disminuir un poco ¿quiere decir que el verdadero problema disminuyó? NO.

Mientras las divisas se sigan fugando del país, mientras la redistribución que deberían hacer las empresas por medio de los sueldos sigan engrosando las regalías, mientras no nos concienticemos de que Argentina es nuestra y no de ellos, la máquina de producir delincuencia seguirá en marcha, tanto a gran escala como en la pequeña.

El negocio está claro: Sequemos los recursos del país, hambreémos a su gente y exijamos que un poder del Estado cuide nuestras maravillosas y malhabidas propiedades privadas.
Las cárceles se llenarán y los inseguros de la clase media pedirán más cárceles y más mano dura contra los negros y verán con alivio que el Estado ha asesinado a 847 negros entre el 25 de mayo de 2003 y el 30 de noviembre de 2007. "Ahora faltan menos", pensarán.