En La Capital, de Rosario, vía Reseña de Niñez y Adolescencia en los Medios de Periodismo Social.
Médicos del Hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe rechazaron realizar un aborto terapéutico a una joven de 20 años con cáncer para que ésta pudiera recibir tratamiento de quimioterapia y la mujer finalmente dio a luz el jueves (26/4) a un bebé de 450 gramos de peso y cinco meses de gestación que falleció al día siguiente por un cuadro de incompatibilidad sanguínea.
Los padres de la joven llevaron el caso a la Defensoría del Pueblo de Santa Fe y la legisladora socialista Lucrecia Aranda anticipó que en la sesión convocada para mañana requerirá “con carácter de urgente” la presencia de la ministra de Salud para que informe al cuerpo sobre lo actuado por todos los que intervinieron en el proceso.
La imbecilidad humana no tiene límites...
5 comentarios:
A veces pareciera que son los imbéciles humanos quienes no tienen límites y noticias como estas dan la impresión de que están ganando la batalla. Nuevamente pusieron en riesgo una vida real por una vida potencial, increíble.
La batalla es dura... pues el mundo está lleno de pendejos!
Saludos!
La imbecilidad humana limita al centro con la crueldad, al norte con la intolerancia, al este y al oeste con el fanatismo y el integrismo y al sur con el dolor...
Más de uno debería serenarse y pensar un poco.
Incluso estudiar, o consultar a alguien que no sea de la propia cuerda, pero dispuesto a escucharlo...
...tal vez, después de hacer algo así y ver los resultados, la única opción razonable que les queda es retirarse de los puestos de decisión... pero como no saben hacer esto se encasquillan más aún en la imbecilidad, se enquistan en el fanatismo y siguen, ya curtidos, dispuestos a hacer una mayor la próxima vez.
¡Y estarán orgullosos!
A mi sinceramente me queda la sensación de que la imbecilidad muchas veces ni siquiera es hija de la crueldad o de la maldad. A veces ni siquiera es hermana de la intolerancia.
De verdad creo que muchas de estas personas -hablemos, en este caso, de los médicos que se negaron a hacer el aborto-, están convencidas de estar actuando bien. Hablo de esa imbecilidad que nace de la ignorancia (¿en personas con formación universitaria?, pues parece que sí)y sobre todo del desastre que hace en la mente y en la vida de las personas eso que se llama religión. Tando daño, que muchas veces arruinan la vida de otro, aun creyendo que están haciendo un bien.
Batalla dura, sí las hay. Es la batalla contra el oscurantismo, contra el fanatismo, contra la irracionalidad...
Pero más vale darla, aunque no sé si alguna vez habrá victoria.
Es algo que desgraciadamente también se vive en estas regiones mexicanas... y en general en el mundo no? Dale al pueblo pan, circo y medios de extremo control como la religión, aunados a una paupérrima educación (si el pueblo no piensa, el gobernante nada tranquilo en su poder), y tendrás... un mundo en el que vivimos.
Publicar un comentario