03 febrero 2007
Tras la dimensión universal
“Cada vez que nos proponemos escribir acerca de un tema, debemos preguntarnos qué tiene de universal: cuál metáfora, símbolo o signo que nos permita pasar de lo pequeño a lo grande. Debemos hacer una reflexión porque sólo si encontramos este vínculo, este pasaje entre lo local y lo universal, nuestro texto tendrá peso y valor. Sólo así el lector descubrirá en nuestro texto, junto a la historia concreta, un mensaje universal, una pista que le ayude a descifrar las leyes del mundo.
¿Por qué algunos textos pueden vivir cien años y otros textos mueren al día siguiente de su publicación? Por una diferencia capital: los textos que viven cien años son aquellos en los que el autor mostró, a través de un pequeño detalle, la dimensión universal, cuya grandeza dura. Los textos que carecen de este vínculo desaparecen.
Conviene tener presente este requisito de universalidad también a la hora de recoger el material, mientras investigamos nuestro tema. Es una cuestión de talento, de intuición, pero también de amplitud de conciencia, de sabiduría. Y, sobre todo, se trata del secreto para que unos textos perduren y otros se pierdan en el olvido.”
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4 comentarios:
Gracias por descubrir a este pensador ejemplar, no tenía noticias de su existencia a pesar de haber estudiado periodismo durante casi tres años.
Decías en el post anterior que en la facultad nunca te habían hablado de Ryszard Kapuscinski y creo que en la cita que publicás ahora está parte de la razón.
Sólo como un ensayo de explicación digo que la facultad en la que estudiaste está irremediablemente perdida en las tinieblas del posmodernismo y como sabemos, para los posmodernistas todo es local, lo universal no existe (salvo la contradictoria sentencia de que la objetividad y la verdad tampoco existen).
Kapuscinski (me encantaría saber la pronunciación polaca de ese apellido) habla de universales, de la trascendencia del ser y esto no cabe en la cabeza escolástica de los teóricos académicos.
Sí... quizá sea por eso que no oímos hablar de Kapuscinski.
Ja!
Estoy de acuerdo :)
Lo mismo pensé cuando leía este fragmento: aquí está la explicación.
Me parece básico el tema de la universalidad, y aquí está dicho magistralmente.
Sin embargo, parte de la explicación (de por qué obvian en la facultad a tipos como éste) ya estaba en la cita anterior:
"Acercarse demasiado", dice este periodista. Y en la facultad nos enseñan que los "demasiado" son malos, que debemos ser neutrales, objetivos, casi distantes...
Nos enseñan (con pocas excepciones) que involucrarse no es bueno, nos enseñan a apartar de nuestros textos la indignación, el enojo. En resumen, nos alejan de la pasión que nos llevó (al menos en los casos en que así sea) a este oficio.
Casi siento alivio de haber dejado (quizas para siempre) esas aulas, aun cuando me falten pocos pasos para llegar al final.
Después de todo, sigo y seguiré creyendo que el periodismo se aprende esencialmente con la práctica. El resto es leer, leer y leer, estar atento, y, como dice Kapuscinski abrir los cinco sentidos: estar, ver, oír, compartir y pensar.
Tambien pase por ahi, hace unos nueve años. Y no, no quería ser periodista deportivo...
Ninguno de nosotros quería ser periodista deportivo. Quizás por eso hoy estamos aquí (¿¿hay un aquí??), y no allí...
Aunque en mi caso, me quedaron ganitas de pelearme un poco más.
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