Un día de alegría. Las vergonzosas leyes que perdonaban a los militares culpables de los atroces crímenes de la última dictadura argentina, fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los organismos de derechos humanos festejaron al pie de las escalinatas del edificio del alto tribunal, ayer, apenas conocida la noticia.
Pero el festejo es de todos. La impunidad construida durante años empieza a desvanecerse, aunque la justicia llegue, como siempre, tarde.
Es un triunfo saber que en Argentina se comienza a hacer justicia de verdad, al menos hasta donde se pueda después de tantos años.
Pero el verdadero logro es que la lucha de quienes bregaron por esta alegría de hoy se haya mantenido durante todos estos años, permanente, pacífica, tolerante y sin pedir jamás “manos duras”, ni caer en actitudes violentas.
Ellos son quienes merecen de verdad la alegría de este día: las Madres, los Hijos, otros organismos como las Abuelas de Plaza de Mayo y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que además fueron los que impulsaron la causa en la que debía fallar la Corte.
Hoy es un día de alegría. Pero la lucha no debe cesar y sabemos que no va a ser así. Porque el ejemplo está dado, el camino está marcado para las nuevas generaciones, y los logros, a la vista.
4 comentarios:
Es cierto, es un día de alegría porque como vos lo señalás, aunque lenta, por fin la Justicia revisa las decisiones de los otros dos poderes, y eso tiene que ver con el desarrollo democrático.
En mi caso, sin embargo, el día fue agridulce. Pido perdón a los demás lectores de tu página por la blogoterapia, pero creo que el caso lo amerita.
La sensación agria surge porque lobbies de fundamentalistas religiosos están logrando imponer la enseñanza de las falsedades creacionistas en escuelas públicas de todo el mundo.
Y todos sabemos que no es buena señal que la iglesia se entrometa en la educación pública.
Eso es todo. Para el cierre me hubiera gustado que se me ocurriera una idea que enlazara el logro de la Justicia argentina con la desazón del avance de la derecha religiosa, pero no. Tal vez sea porque no tienen nada que ver, ¿no?
Enhorabuena desde España.
Julieta,
lo que pasa es que hay que festejar muchas veces. Justicia, justicia, justicia. Festejar, festejar, festejar. Repitan, argentinos, mientras sea cierto.
En todo caso, tus comentarios bien suelen incluir siempre las palabras "post", "elementos", "completo", "todos" y nadie se ha quejado.
Sugiero que haya un modo de recibir alertas de actualización por emilio.
Es la profe, es la profe, por eso las correcciones.
Aunque en este caso, sí, Julieta, para mí la repetición está ampliamente justificada, más allá de las reglas de redacción periodística tradicionales que indican que no hay que hacerlo. A veces la necesidad de enfatizar exige la repetición de palabras. Aunque también es verdad que fue un post escrito a las corridas, y en medio del "festejo".
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