11 junio 2005

Tucumán: denuncian que hay menores detenidos en condiciones inhumanas


En el Regimiento 19, dependiente de la Quinta Brigada de Infantería del Tercer Cuerpo de Ejército, en Tucumán (Argentina), funcionó durante la dictadura militar un centro clandestino de detención. Es decir, un lugar donde se privaba a personas ilegalmente de su libertad, sometiéndolas a torturas físicas y psíquicas.
Hoy, en el mismo lugar está el Departamento Central de Policía. Y allí está la Alcaidía de Menores. El legislador José Cano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura provincial denunció hace una semana que unos treinta chicos están detenidos allí en condiciones infrahumanas: sin agua, sin luz, comiendo en el piso.
No viven de forma tan diferente a la que vivieron sus últimos días los detenidos ilegales de la dictadura.
Las organizaciones que se encargan de seguir el tema, como la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) o el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denuncian permanentemente la situación de los chicos y jóvenes detenidos en comisarías, hacinados y muchas veces torturados, y la superpoblación que existe en la mayoría de las cárceles del país. La situación se repite de provincia en provincia, tal como comentan los menores internados en el Instituto "Dr. Luis Agote" en un informe titulado “¿Nos detienen para que cambiemos o para marginarnos?”.
El CELS es una de las ONG que más ha profundizado sobre este tema. Para saber más se puede por ejemplo leer el informe publicado en julio de 2004 sobre la situación específica de las comisarías bonaerenses. Son 5000 personas (la mayoría jóvenes) cuyos derechos humanos son violados todos los días en estas dependencias policiales.
También Amnistía Internacional en su Informe 2005 menciona el “trato inhumano, cruel y degradante infligido a los presos de prisiones provinciales, como las de Buenos Aires y Mendoza”.
La pregunta de los chicos del Instituto Agote bien valdría hoy para todos nosotros: ¿para qué se detiene a las personas?, ¿para que cambien?, ¿para qué se rehabiliten?. La pregunta toma aun más sentido cuando hablamos de jóvenes y de niños. ¿La idea es marginarlos, esconderlos de nuestra vista, no importa como vivan?. Está en todos, también –aunque la solución puedan darla unos pocos- construir la respuesta.

2 comentarios:

Claudio dijo...

La táctica de saquear primero los dineros y luego los sueños para acabar finalmente con los derechos es muy vieja, más, incluso, que el neoliberalismo.

Después del robo habrá, claro, réplicas y "efectos colaterales no deseados", pero como estos emergentes se dan en los afectados, poco importa a los saqueadores, que insistirá en ver el problema desde una postura individualista recalcitrante.

Los casos de delincuencia juvenil que mencionás y su correspondiente represión no son más que perlas de este mismo collar. Emergentes indeseados de una política de vaciamiento sistemático.

Seguramente querrán hacernos creer que estos chicos "traen la violencia en la sangre" y que "se tienen merecido" el maltrato, al fin y al cabo "ellos tampoco tuvieron contemplaciones".

Pero se olvidan que día a día cercenan la educación, el trabajo y la dignidad.

Que se cuiden, porque si siguen metiendo presión, un día "los efectos colaterales" de sus planes quizá les estallen en la cara. Y ya no podrán esconder a los jóvenes delincuentes en cárceles ni a los piqueteros tras clichés de mierda que pretenden culpar a la víctima.

Anónimo dijo...

Natalia, fue una muy linda experiencia que me haya tocado la corrección de tu weblog, porque no solo están muy bien hechas las notas, sino que están muy bien elegidas las imágenes, el diseño, las fuentes y creo que es una herramienta que la estás explotando a full. Felicitaciones.Claudia.