No hay mucho para decir que agregue algo a los que ya vieron Televisión por la identidad (los lunes, pasadas las 22, en Telefé, Argentina, en este momento emitiéndose las repeticiones de los tres capítulos unitarios).
Sólo que la verdad emerge inevitable y con fuerza. ¿Cuántas familias estarán ahora mismo hablando sobre lo que pasó en aquellos años? ¿Cuántos chicos preguntando, cuántos jóvenes profundizando? ¿Cuantos de esos jóvenes, dudando?
"Todo en este país tiene su tiempo", dijo Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Y sin dudas es importante que hoy sea el tiempo de un programa sobre la apropiación de menores durante la dictadura militar en Argentina, realizado con verdadero profesionalismo, en un horario central y en un canal con llegada a todo el país. Nada de bailes ni de patines ni de lágrimas de cocodrilo de la Suller y Silvio Soldán.
Nuestra historia, ahí, plasmada, sin vueltas, en la tele. Para que los chicos puedan saber, los grandes hacer memoria, los amigos debatir, los padres e hijos mirarse las caras y contarse. y sobre todo para que mañana, otro joven más levante el teléfono, o tome el colectivo en busca de la decisión más importante de su vida: la de encontrar su identidad.
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1 comentario:
Cuanto sufrimiento, cuanta tristeza y cuantas soledades desencajadas. No olvidemos, pero tampoco olvidemos los motivosa de la irracionalidad de los años de plomo, tan manifiestos en la actualidad como entonces.
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