08 marzo 2007

Mujer


Te alabamos, diosa


Agradezco ser un animal, porque los hombres han puesto en peligro la supervivencia del planeta. Agradezco ser hembra, porque el hombre no es el centro del universo, sino apenas un eslabón más en la cadena de la vida. Agradezco que me digan que soy irracional, porque la razón ha conducido a los peores actos de barbarie.

Agradezco no haber inventado la tecnología, porque la tecnología ha envenenado el agua y el ozono. Agradezco que me hayan colocado más cerca de la naturaleza, porque nunca estaré sola.

Agradezco que me hayan confinado al hogar y a la familia, porque puedo hacer de toda la Tierra mi hogar y mi familia. Estoy feliz de que me llamen ama de casa, porque puedo apoderarme de la mía. Estoy feliz de no ser competitiva, porque entonces seré solidaria.

Estoy feliz de ser el reposo del guerrero, porque puedo cortarle el pelo mientras duerme.

Estoy feliz de que me hayan excluido del campo de batalla, porque la muerte no me es indiferente. Estoy feliz de haber sido excluida del poder porque lejos del poder me alejo de la ambición y la codicia.

Estoy feliz de que me hayan excluido del arte y la ciencia, porque los puedo inventar de nuevo. Me agrada saber que mi cerebro es más pequeño que el cerebro del hombre, porque entonces mi cerebro cabe en todas partes.

Me agrada que me digan que carezco de lógica, porque entonces puedo crear una lógica menos fría y más vital. Me agrada que me digan que soy vanidosa, porque puedo mirarme al espejo sin sentirme culpable. Me agrada que me digan que soy emocional, porque puedo llorar y reír a gusto. Me agrada que me digan que soy histérica, porque entonces puedo lanzar los platos a la cabeza de quien intenta hacerme daño.

Me gusta que me llamen bruja, porque entonces puedo cambiar la dirección de los vientos a mi favor. Me gusta que me llamen demonio, porque puedo quemar el lecho donde me abusan. Me gusta que me llamen puta, porque entonces puedo hacer el amor con quien me dé la gana. Me gusta que me digan débil, porque me recuerdan que la unión hace la fuerza.

Me gusta que me digan chismosa, porque nada de lo humano me será ajeno.

Pero lo que más agradezco, lo que más me agrada, lo que más me gusta y lo que me hace más feliz, es que me digan loca, porque entonces ninguna libertad me será negada.

Una y mil veces me quemó la Inquisición y aprendí a nacer de las cenizas. Me encerraron en un harén y encerrada no dejé de reír. Me pusieron un cinturón de castidad y adquirí las artes de un cerrajero. Cargué fardos de leña y me hice fuerte. Me pusieron velos en la cara y aprendí a mirar sin ser vista. Me despertaron los niños a medianoche y aprendí a mantenerme en vigilia. No me enviaron a la Universidad y aprendí a pensar por mi cuenta. Transporté cántaros de agua y supe mantener el equilibrio. Me extirparon el clítoris y aprendí a gozar con todo el cuerpo. Pasé días bordando y tejiendo y mis manos aprendieron a ser más exactas que las de un cirujano. Segué trigo y coseché maíz, pero me quitaron la comida y con hambre aprendí a vivir. Me sacrificaron a los dioses y a los hombres y volví a vivir. Me golpearon y perdí los dientes y volví a vivir. Me asesinaron y me ultrajaron y volví a vivir. Me quitaron a mis hijos y en el llanto volví a la vida.

Con tanta fortaleza acumulada, con tantas habilidades y destrezas aprendidas, mujer, si lo intentas, puedes volver el mundo al revés.


Tatiana Lobos (poeta chilena)
en portal Norte del Bermejo, vía Agencia Walsh

7 comentarios:

Nat dijo...

Sé que esto texto contiene errores. Incluso alguna que otra cosa con la que racionalmente no estoy de acuerdo.
Pero lo he publicado porque refleja mi sentir de hoy.
A veces uno pierde la compostura, también en un blog.

No creo que este día deba festejarse, no creo en los "días de".
Pero hoy me siento más cerca de todas las mujeres olvidadas, menoscabadas, humilladas, desconocidas e inevitablemente fuertes, coherentes, íntegras, de la historia de la humanidad.

Profesor Portillo dijo...

Gracias por publicar ese texto, Nat, muchas gracias. Si la esperanza merece la pena, es la que se lleva en ese tono de resistencia, fuerza, empoderamiento. Me hace admirar y me emociona...
Mis respetos.

Nat dijo...

Pues sí, a mi me fortaleció.
Esta semana he pasado horas dentro de un juzgado defendiendo no sé si mis derechos o mi dignidad, o qué, pero haciendo lo que creí correcto.
Uno no sabe a veces si esa pequeña resistencia sirve para algo, o si cae en saco roto.

Pero hay instantes -aunque pequeños- en que se siente que se hizo algo por cambiar también la situación de otras/otros.

Si algo significa el día de la mujer (siento yo hoy) eso significa: resistencia.

Un abrazo

Gal dijo...

En realidad este texto tiene más de un error.
Para esta poeta, como para la mayoría de las mujeres, el sufrimiente es fuente de fortaleza. En tal sentido las mujeres debemos dejarnos apalear, menospreciar y hasta matar porque de nosotras será el reino de la gloria.
El espanto como camino a la santidad, obviamente una postura que las religiones, bien juntitas al poder, han dejado impreso en el cuerpo de las mujeres.
Así si las mujeres se salvan de todas la tropelías cometidas por una cultura misógina, a tientas con la psiquis destruida y luego de mucho esfuerzo, quizá una de miles, pueda levantarse del suelo y enfangada decir voy a luchar por mis derechos, con el último aliento.
Este texto denigra mi activismo, humilla mi razón y mis fuerzas y lo peor es que lo haya escrito una mujer queriendo estar a favor de las mujeres.
Vale la intensión pero hay textos mejores que hablan de las fuerzas y la lucha de las mujeres.

Anónimo dijo...

Creo que TEDEAN LAUDEAMUS de Tatiana Lobo no pretende ser un alegato feminista. Si lo miramos así, "cojea" por todas partes.

Es un texto literario, efectista, poético, y sólo mirándolo de esa manera podemos apreciar el desgarro y la fuerza de sus palabras.

(Por ello insistí en respetar su formato de verso libre)

Nat dijo...

Mi sensación frente al texto la primera vez que lo leí, fue que era una respuesta a los insultos que habitualmente la mujer recibe: incluso aquellos que no deberían considerarse como tales (“animal” no debería resultar un insulto para ningún humano). Pero a ver: histérica, sensiblera, cerebro pequeño, irracional, ilógica… Y antes bruja, loca…
El texto da una respuesta potente a esa acumulación de palabras que pretendieron durante siglos menoscabar la condición de mujer.

Sí, como bien dice senior citizen, como alegato feminista e incluso como alegato a favor de la igualdad de género, tiene más de un error. Pero, también estoy de acuerdo en eso, no pretende ser ni una cosa ni la otra.

Así y todo, los textos literarios no son inocentes. Es cierto que toma una postura, tal vez hasta política. Pero yo no diría, Gal, que es una apología del sufrimiento. Más bien un reconocimiento de lo que fuimos, de lo que soportamos, de lo que vivimos a través de la historia. Y está diciendo precisamente: si a pesar de todo este sufrimiento nos hicimos fuertes, sobrevivimos ¿acaso no podríamos cambiar muchas más cosas hoy?

Coincido, Gal, en tu mirada sobre las religiones y su influencia. ¡Incluso hay de eso en este texto! Eso es cierto. ¿Pero por qué nos conmueve?. Corrijo: me conmueve.
Ha de ser por ese sufrimiento acumulado durante siglos, ha de ser porque he nacido mujer en una cultura todavía muy machista, ha de ser porque he sufrido al menos algunas de las cosas que el texto pone en palabras, ha de ser, quizás, porque me identifico con algo allí.

Ni de lejos pretendo que las mujeres debamos dejarnos apalear y someternos para alcanzar la gloria. Sencillamente no pretendo que alcancemos la gloria.
Ví en el texto algo así como un despegue, un punto de partida. “Respondo a los insultos y me levanto, soy fuerte, no van a detenerme”.
El sufrimiento ha estado allí, no podemos negarlo. El desafío, digo ahora ya fuera de lo literario, consiste quizás en militar para que desaparezca.

Profesor Portillo dijo...

Estoy de acuerdo con Nat. ¿Ser inmolados para conseguir la salvación? No, gracias. Pero sí ser resistentes y no hundirnos ante la adversidad tantas veces repetida y, al tiempo, tan diversa que acecha y ataca. Veo el texto como un canto a la capacidad de resistencia, de vida, no como un canto al sufrimiento. Lo más importante, creo que destaca la capacidad de crear alegría y vida enmedio de la desolación, la agresión y la muerte. eso no es poco.