En cada idiota que pide mano dura para acabar con la inseguridad urbana, como si las causas del delito no fueran estructurales y, otra vez, se tratase de arreglar las cosas a sangre y fuego, el golpe está vivo.
En el registro de que no hay una clase dirigente de edad intermedia con cojones y eficiencia patrióticos, porque desaparecieron y asesinaron a los mejores cuadros técnicos y militantes, el golpe está vivo.
En cada dólar de la deuda, cuyo crecimiento geométrico nació con la dictadura y que sigue condicionando a, por lo menos, la próxima generación de argentinos (más allá del golpe de efecto de haber cancelado las facturas del Fondo, que son una mínima parte del total) el golpe está vivo.
En el atraso científico y tecnológico de la Argentina, porque una enorme porción de sus hombres más brillantes no tuvo otra ruta que un exilio del que la mayoría no volvió, el golpe está vivo.
En los estúpidos que confunden a los piqueteros con el enemigo, como se lo confundió hace 30 años, el golpe está vivo.
En esos amplios sectores desconcientizados de la clase media, que después de fantasear con las divisas baratas y los viajes al exterior del cuarto de hora milico volvieron a hacerlo con el amanuense milico Domingo Cavallo, y que volverían a equivocarse una y otra vez, el golpe está vivo.
En los periodistas y en los grandes medios de comunicación apologistas del golpe, intelectuales del golpe, escribas del golpe, y capaces de no ensayar ni tan sólo un atisbo de arrepentimiento en 30 años, el golpe está vivo.
En las cúpulas eclesiásticas que bendijeron las armas y las torturas y las descargas de 220 voltios en la vagina de las embarazadas, tan preocupados los monseñores y su séquito de miserables por el derecho a la vida, el golpe está vivo.
En las mafias policiales, que no reconocen su origen pero sí su desarrollo en aquellos años de repartir el botín de las casas de los secuestrados, el golpe está vivo.
En los votos a Rico y a Patti; en los votos a los candidatos empresarios que vieron crecer sus empresas en la dictadura, gracias al extermino de las luchas sindicales y a los negocios con los asesinos; en los votos a todas las crías milicas disfrazadas de intendente, diputado o senador, el golpe está vivo.
En la explotación agropecuaria concentrada en unas pocas y monumentales manos, el golpe está vivo.
En una Ley de Radiodifusión firmada en 1980 por Videla y Harguindeguy, y vigente 30 años después, el golpe está vivo.
En la desprotección gremial, en el trabajo precario, en la desarticulación del tejido social, obras todas paridas por los monstruos de 1976, el golpe está vivo.
En cada oprimido que reproduce el discurso del opresor, en cada pobre y en cada pobre diablo que se enfrenta con otro pobre y con otro pobre diablo, el golpe está vivo.
Como tampoco se trata de tener una visión tragicista de la historia, porque eso implica abonarse a las profecías autocumplidas de la derrota y la única derrota asegurada es la de los pueblos que se resignan y no toman nota de sus conquistas, a 30 años corresponde, también, decir que en muchos aspectos estamos mejor.
Ya no se violan los cuerpos así como así. Ya no tienen forma de hacer sin más ni más lo que les venga en gana. Ya los argentinos demostraron que tienen reflejos de resistencia activos y eficaces, contra el andar impertérrito de la clase dominante, muy por encima de cualquier sociedad latinoamericana. Ya siguen sin articularse los espacios populares, y algo de eso se reflejó el viernes en el acto de la plaza, pero la derecha tampoco tiene partido y, menos que menos, partido militar. Ya tanto diputado y tanto senador no tiene la ocurrencia de continuar como si nada con su papel de oscuros gerentes del sistema: les cuesta, los putean, los ignoran, y de hecho es mucho más lo que se interpela desde la calle que desde sus edificios lamentablemente casi inútiles. Ya la policía se cuida mucho más de lo que sus deseos le estimulan. Ya los milicos no existen, que no quiere decir que los sectores del privilegio hayan renunciado a la violencia como última instancia pero sí que no les es tan fácil imponer condiciones. Ya hay mucha calle y mucha plaza que lleva el nombre de desaparecidos. Ya hay la anulación del Punto Final y la Obediencia Debida, y quizás de los indultos.
Según quiera verse, a 30 años todas esas conquistas pueden parecer caca de paloma. O bien una epopeya de los imprescindibles, visto que acá a la vuelta supo estar prohibido “El Principito”, y quemados libros en pira pública, y exterminados y torturados y exiliados decenas de miles de argentinos. ¿Cerramos en que las dos cosas son ciertas?
Y que tomamos la segunda para decirles a los asesinos y a sus mandantes: pudieron, pero no del todo. Tan no del todo que acá estamos, diciendo estas cosas.
En el registro de que no hay una clase dirigente de edad intermedia con cojones y eficiencia patrióticos, porque desaparecieron y asesinaron a los mejores cuadros técnicos y militantes, el golpe está vivo.
En cada dólar de la deuda, cuyo crecimiento geométrico nació con la dictadura y que sigue condicionando a, por lo menos, la próxima generación de argentinos (más allá del golpe de efecto de haber cancelado las facturas del Fondo, que son una mínima parte del total) el golpe está vivo.
En el atraso científico y tecnológico de la Argentina, porque una enorme porción de sus hombres más brillantes no tuvo otra ruta que un exilio del que la mayoría no volvió, el golpe está vivo.
En los estúpidos que confunden a los piqueteros con el enemigo, como se lo confundió hace 30 años, el golpe está vivo.
En esos amplios sectores desconcientizados de la clase media, que después de fantasear con las divisas baratas y los viajes al exterior del cuarto de hora milico volvieron a hacerlo con el amanuense milico Domingo Cavallo, y que volverían a equivocarse una y otra vez, el golpe está vivo.
En los periodistas y en los grandes medios de comunicación apologistas del golpe, intelectuales del golpe, escribas del golpe, y capaces de no ensayar ni tan sólo un atisbo de arrepentimiento en 30 años, el golpe está vivo.
En las cúpulas eclesiásticas que bendijeron las armas y las torturas y las descargas de 220 voltios en la vagina de las embarazadas, tan preocupados los monseñores y su séquito de miserables por el derecho a la vida, el golpe está vivo.
En las mafias policiales, que no reconocen su origen pero sí su desarrollo en aquellos años de repartir el botín de las casas de los secuestrados, el golpe está vivo.
En los votos a Rico y a Patti; en los votos a los candidatos empresarios que vieron crecer sus empresas en la dictadura, gracias al extermino de las luchas sindicales y a los negocios con los asesinos; en los votos a todas las crías milicas disfrazadas de intendente, diputado o senador, el golpe está vivo.
En la explotación agropecuaria concentrada en unas pocas y monumentales manos, el golpe está vivo.
En una Ley de Radiodifusión firmada en 1980 por Videla y Harguindeguy, y vigente 30 años después, el golpe está vivo.
En la desprotección gremial, en el trabajo precario, en la desarticulación del tejido social, obras todas paridas por los monstruos de 1976, el golpe está vivo.
En cada oprimido que reproduce el discurso del opresor, en cada pobre y en cada pobre diablo que se enfrenta con otro pobre y con otro pobre diablo, el golpe está vivo.
Como tampoco se trata de tener una visión tragicista de la historia, porque eso implica abonarse a las profecías autocumplidas de la derrota y la única derrota asegurada es la de los pueblos que se resignan y no toman nota de sus conquistas, a 30 años corresponde, también, decir que en muchos aspectos estamos mejor.
Ya no se violan los cuerpos así como así. Ya no tienen forma de hacer sin más ni más lo que les venga en gana. Ya los argentinos demostraron que tienen reflejos de resistencia activos y eficaces, contra el andar impertérrito de la clase dominante, muy por encima de cualquier sociedad latinoamericana. Ya siguen sin articularse los espacios populares, y algo de eso se reflejó el viernes en el acto de la plaza, pero la derecha tampoco tiene partido y, menos que menos, partido militar. Ya tanto diputado y tanto senador no tiene la ocurrencia de continuar como si nada con su papel de oscuros gerentes del sistema: les cuesta, los putean, los ignoran, y de hecho es mucho más lo que se interpela desde la calle que desde sus edificios lamentablemente casi inútiles. Ya la policía se cuida mucho más de lo que sus deseos le estimulan. Ya los milicos no existen, que no quiere decir que los sectores del privilegio hayan renunciado a la violencia como última instancia pero sí que no les es tan fácil imponer condiciones. Ya hay mucha calle y mucha plaza que lleva el nombre de desaparecidos. Ya hay la anulación del Punto Final y la Obediencia Debida, y quizás de los indultos.
Según quiera verse, a 30 años todas esas conquistas pueden parecer caca de paloma. O bien una epopeya de los imprescindibles, visto que acá a la vuelta supo estar prohibido “El Principito”, y quemados libros en pira pública, y exterminados y torturados y exiliados decenas de miles de argentinos. ¿Cerramos en que las dos cosas son ciertas?
Y que tomamos la segunda para decirles a los asesinos y a sus mandantes: pudieron, pero no del todo. Tan no del todo que acá estamos, diciendo estas cosas.
Eduardo Aliverti- Fragmento del editorial de Marca de Radio, sábado 25 de marzo de 2006
3 comentarios:
Impresionante el recorte. Estas cosas hay que decirlas con más frecuencia y no olvidarnos de donde estamos y lo que queda por hacer.
Un saludo,
Daniel
Muy bueno fue rescatar desde una editorial un mensaje que contiene elementos que no deben ser olvidados, como los que escribe Eduardo Aliverti. Siempre lei y escuché con asombro a personas que en su discurso escriben o mencionan lo que a ellos les conviene de la historia e implícitamente alardean de ser los que tienen tomada la historia por el cuello y precisamente esa coinsidencia la encuentro -en su mayoría- en portadores de corte peronista.
En la Argentina... en mi Argentina!!! hubo 6 golpes de Estado y el Periodista Eduardo Aliverti, por su profesión, por su trayectoria no desconoce -aunque no lo menciona en su mitad verdadera de su discurso/editorial- los golpes de Estado anteriores. En el segundo golpe del siglo XX, que se ealizó el 4 de junio de 1943, donde el Coronel Juan Domingo Perón ocupó cargos como Ministro de Guerra, fue Secretario de Trabajo y Previsión y hasta Vice-presidente.
También hubiese sido bueno agregar un párrafo donde dijera que:
"En cada idiota que permitió -y que hoy están vivos- que un gobierno permitiera que se adoctrine a los niños en las escuelas obligándolos a leer LA RAZÓN DE MI VIDA escrito por Eva Duarte de Perón, el golpe está vivo"
Pero de eso no se habla, porque siempre Perón les dio la posibilidad a muchos incapaces y destructores de patria a llenarse los bolsillos de plata, con los fondos de la misma gente.
Memoria, hay gente empecinada en acotar la memoria sólo en el golpe de Estado del '76 y dándole protagonismo sólo a Videla, Galtieri, Massera; y los otros golpes??? y Perón??? y los muertos y desaparecidos en democracia y el clientelismo fomentado por el peronismo??? la destrucción de las industrias por Alfonsín??? La estatización de la Deuda por Domingo Cavallo??? la venta de las empresas al exterior que realizó Menem??? Memoria. Sólo recuerdo una frases de François Miterrand cuando dijo: "Un pueblo que no puede representarse a si mismo, pronto terminará avasallado" y sólo le ocurre esto a un pueblo, cuando pierde la memoria o cuando sus actores sociales permitan que de la memoria sólo se mencione un fragmento.
Sobre …fechas.
Normalizadoras y siniestras…porque el almanaque global/neoliberal
, no empieza , el 24/marzo/1976.....
ni terminará el 24/marzo/2006.
En ese verano caliente , cuando al hombre… le dió el cuero usaron el voto para engañar y vinieron por ….
El pacto social ; reformas del código penal; Ezeiza, las AAA y la escuelita de Famaillá ;
intervención a las universidades ; perfilando el huevo de la serpiente…el rodrigazo..y no alcanzó…
Luego en otoño vinieron por mas… la libertad, las vidas …la totalidad ;
la normalización en clave , afinación y operativo …militar.
Con civiles atrás …curas , catedráticos , hombres de negocios y
escoria social…..rodeados por dictaduras …del capital.
Al igual que los dioses creados por el hombre…
el sistema devora a sus …hijos .
Entonces ..vinieron por mas ….en la primavera …otra normalización …
pago de la deuda , tropas en Haiti . corrupción generalizada ,
barbarie y miseria social…
.sangre generosa que corre igual pero en otra …cantidad .
Y nosotros carajo !!!!!! Cuando iremos por mas!!!!
¡¡ Que el invierno que viene sea el de ellos!!
….o sea …
el de nadie más…abolir el almanaque del horror….
Eso querían los que cayeron….olvidamos …recordamos
ignoramos…renacieron …no existieron….no existirán.
¡Ni olvido ni perdón …….ni resignación!
Gabriel Velozo vientos de letras y arena .
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