Bolivia, la buena noticia

“Antes nos mataron con balas. Y quisieron matarnos con mentiras. Fracasaron, felizmente”

Evo Morales

Fin de año. Buenas noticias. Evo ganó en Bolivia con una mayoría aplastante. Junto con el surgimiento de Telesur, tal vez las dos mejores noticias del año.
No pretendo que nadie se alegre conmigo. Sé que otros lo sienten parecido, y con eso me conformo. Me conformo con ver a Evo, avasallando -con su voz tenue y su hablar pausadísimo- a la entrevistadora (avasallante, se cree ella) de CNN. Me siento bien sólo con ver los rostros que siempre se ven protestando, en actitudes sufrientes, los rostros que justamente veo más seguido desde hace muy poco, a través de Telesur.
Bolivia celebra. Yo celebro. Como celebro todos los días que Venezuela tenga a Chavez, y que Uruguay tenga a Tabaré. Y que Cuba tenga a Fidel. Y como –aunque no celebro- defiendo todavía ante tantas agresiones que Argentina tenga este gobierno, y no otro que podría ser mucho peor. Aunque sea por memoria de lo que hubo antes, nada más.
Y es que me parece que afuera hay demasiado de que defenderse. Y creo que América Latina debe construir su lugarcito nuevo, sembrando conciencia, resistiendo aunque a los pensadores “progres” no le guste la palabra. Y eso también quiero decir hoy, a fin de este 2005: me parece que la palabra progresista está definitivamente devaluada. Tergiversada, aplastada, manoseada.
Revolución es la palabra. Aunque no les guste a los que creen que está pasada de moda. Porque la palabra se reconstruye y crece. Revolución es la palabra.

"Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún magíco día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte, pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana,ni nunca, ni en llovizna cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies. Los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies. los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata".
(Fragmento de El libro de los Abrazos de Eduardo Galeano)