Vamos a festejarlo
vengan todos
los inocentes
los damnificados los que gritan de noche
los que sueñan de día
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ladrón
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda.
Mario Benedetti (1963)
Vía Argenpress
3 comentarios:
Como decía Mateo en lo de Zifra: El asesino ya no respira, el aire está menos contaminado.
¡Vamos! festejemos. Levantemos la copa y brindemos. Riamos pero no con toda nuestra risa, porque la justicia no ha llegado.
¡Vamos pues!
Que la vida se alegre, porque ha muerto un trozo de la muerte.
Claro, la cosa es no ponernos flojos ni tibios...
Si, yo tampoco he podido evitar una tenue alegría.
Pero la verdadera alegría llegará cuando llegue la justicia, si no es hacia Pinochet, que sea a sus secuaces, sus cómplices, sus subalternos, precisamente los que mataron, torturaron, violaron, censuraron...ay! que poco dura la alegría.
Que ese instante de alegría sólo debe hacernos más fuertes, eso digo.
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