El 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, en Buenos Aires (Argentina) tuvo lugar una marcha organizada por diferentes organizaciones sociales.
Pero la principal consigna de la marcha, que le quede claro a los medios masivos de incomunicación, fue "por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito".
¿Por qué estar a favor de la despenalización del aborto?
El slogan de la campaña lo dice todo: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
No creo que haga falta a esta altura (¿o si?) aclarar que nadie desea que se instituya el aborto como un método anticonceptivo más. De hecho, no creo que ninguna mujer lo quiera así.
Y es que si hubiera educación sexual (sobre todo para los más jóvenes), si hubiera anticonceptivos para todos y buena información, el aborto se reduciría drásticamente. Y allí está el tercer plano de la elección, una elección absolutamente íntima, personal. Llegado el momento de elegir, cuando ese embarazo no pudo evitarse, ni decidirse...la elección debe tenerla la mujer. Y esa decisión difícil, complicada, no puede darse en un contexto de marginalidad, de peligro hacia su propia vida.
Desde siempre intenté respetar a todos los credos, por sobre todo respetar la fé de la gente, aunque no la compartiera. Pues bien, exijo que respeten la mía. ¿Por qué todas las mujeres del país deben someterse a la moral que impone la Iglesia Católica?. Los respeto, respeto su moral y sus costumbres. Pero exijo que respeten las de todo el resto de la población.
Y aquí tiene el Estado, nuestros gobernantes, y más aun hoy nuestros legisladores, una obligación ineludible. No se legisla sobre preceptos religiosos. Se legisla para el bien común. Y ese bien común exige que todos podamos acceder a nuestros derechos.
La educación sexual es un derecho, la anticoncepción es un derecho. El aborto es un derecho de las mujeres. Los primeros pasos están dados, y esa marcha hacia el cambio, hacia una sociedad menos hipócrita y más justa, no se va a detener.
Pero la principal consigna de la marcha, que le quede claro a los medios masivos de incomunicación, fue "por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito".
¿Por qué estar a favor de la despenalización del aborto?
El slogan de la campaña lo dice todo: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
No creo que haga falta a esta altura (¿o si?) aclarar que nadie desea que se instituya el aborto como un método anticonceptivo más. De hecho, no creo que ninguna mujer lo quiera así.
Y es que si hubiera educación sexual (sobre todo para los más jóvenes), si hubiera anticonceptivos para todos y buena información, el aborto se reduciría drásticamente. Y allí está el tercer plano de la elección, una elección absolutamente íntima, personal. Llegado el momento de elegir, cuando ese embarazo no pudo evitarse, ni decidirse...la elección debe tenerla la mujer. Y esa decisión difícil, complicada, no puede darse en un contexto de marginalidad, de peligro hacia su propia vida.
Desde siempre intenté respetar a todos los credos, por sobre todo respetar la fé de la gente, aunque no la compartiera. Pues bien, exijo que respeten la mía. ¿Por qué todas las mujeres del país deben someterse a la moral que impone la Iglesia Católica?. Los respeto, respeto su moral y sus costumbres. Pero exijo que respeten las de todo el resto de la población.
Y aquí tiene el Estado, nuestros gobernantes, y más aun hoy nuestros legisladores, una obligación ineludible. No se legisla sobre preceptos religiosos. Se legisla para el bien común. Y ese bien común exige que todos podamos acceder a nuestros derechos.
La educación sexual es un derecho, la anticoncepción es un derecho. El aborto es un derecho de las mujeres. Los primeros pasos están dados, y esa marcha hacia el cambio, hacia una sociedad menos hipócrita y más justa, no se va a detener.
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