Falta muy poco. Mar del Plata está militarizada, invadida. Zonas de exclusión, cordones de seguridad, clases suspendidas, negocios que no abren, venas abiertas...
Los señores del poder van a estar allí, y los habitantes de la ciudad fueron desalojados.
Vuelvo al blog para pensar en voz alta acerca de si hay que ir o no a Mar del Plata. Es una época del año difícil para dejar cosas pendientes, aunque sea para un corto viaje. Algunos amigos sugieren que deberíamos organizar actividades de repudio en nuestros lugares: cines debate, charlas, pequeños actos donde expresemos nuestro NO al ALCA, a la militarización de América Latina, a la pobreza que nos imponen...
Otros me instan a compartir alguna de las marchas, a estar allí.
¿Valdrá la pena ir y dar cuenta de lo que pasa desde el blog?. ¿Valdrá la pena transitar esos espacios de una ciudad fantasma, con vecinos aterrorizados en sus casas, y mucha, mucha gente con ganas de marchar y de gritar, fuera de las zonas de exclusión?.
Después de dedicarle mucho espacio de radio a las dos cumbres, el comentario de Sebas me recuerda que internet es un espacio también necesario, y así llego al sitio de la marcha.
Allí se gesta una jornada de repudio pero también de dignidad. Dignidad como la de los grupos que se expresan en el llano con su arte, como la de los medios alternativos que acompañarán la protesta, la dignidad que se expresará en la cumbre de los pueblos.
No sé si iré, todavía. Pero sin dudas, voy a estar allí.
2 comentarios:
Me alegra tu regreso.
No te pierdas, si puedes evitar hacerlo.
Cuidate mejor y continua escribiendo, gracias a ti muchos sabemos qué está pasando allá.
Fraternalmente,
Marcos
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